Freddy Rincón recibió el 2022 en casa de amigos en Soledad
Vino por un día a un partido de exhibición y permaneció cuatro en la tierra de la butifarra.
Este 2022, año fatídico de su partida definitiva, Freddy Rincón lo recibió en Soledad (Atlántico), en casa de su amigo ‘Cussi’ la que solía visitar con cierta frecuencia, incluso, cuando hacía parte de la Selección Colombia y llegaba con el equipo a la concentración en Barranquilla.
A Soledad arribó el 30 de diciembre del 2021 con el propósito de regresarse a Cali a las 5:00 de la tarde del día siguiente, último día del año, dijo Silena Cabrera encargada del protocolo de bienvenida a la estrella.
Pero al sentir el ambiente especial de fin de año que se vive por aquí, más la calidez de la gente y el cariño de siempre de sus anfitriones, decidió alargar la estadía, y darle la bienvenida al año nuevo en territorio soledeño, con buena salsa, champeta, vallenato y música africana.
En Soledad Rincón tenía un compromiso de amistad con el exfutbolista Javier Atencia: jugar el 31 de diciembre el ‘Partido de la Confrateridad’, que iba a celebrarse por primera vez en la recién inaugurada cancha Venancio Pacheco, del barrio Hipódromo.
Atencia organiza ese evento deportivo hace 30 años, y cuenta para ello con la participación de exfutbolistas estelares de la talla de Teófilo Gutiérrez, Wilson Pérez, y el mismo Freddy Rincón, entre otros.
Después de participar en el encuentro de exhibición con las graderías atestadas de aficionados, en el que su equipo resultó vencedor y anotó un gol de pena máxima; además del mencionado calor de la gente mostrándole su afecto y cordialidad, el llamado ‘Gigante de Buenaventura’ aplazó para el primero de enero del 2022 su regreso a Cali.
Fue así como disfrutó el último día del año 2021, y el primero del 2022 en medio del goce soledeño.
En la noche del primero de enero Freddy departió hasta la madrugada en la casa del periodista Carlos Rodríguez, ya que cerca al inmueble se llevaba a cabo un baile de la Reina de Carnaval.
Finalmente fijó su retorno para el 2 de enero.
Rincón estaba tan contento en Soledad que no quería irse, incluso asumió con tranquilidad los gastos que representaron los aplazamientos de los vuelos.
En Soledad lo recuerdan por su estilo descomplicado y afectivo, sin camisa, tomando cervezas y jugando billar.
Se le vio transportarse por varios sitios en motocarro, el servicio que prefirió al de los taxis.
En Soledad se tomó cientos de fotografías con la gente que le solicitaba en todo momento un recuerdo gráfico.
En Soledad fue así el último año en la vida exitosa de una figura que ya es leyenda no solo en el fútbol colombiano sino en Suramérica donde admiraron su clase.